Hace muy pocos días la Organización Anima Naturalis, realizó en pleno centro de Barcelona una acción por sorpresa y muy contundente para concienciar a la población sobre el comercio de pieles. Esta acción contó con la presencia de las camaras de Tele 5. (ver video).
Cada año 20 millones de animales son capturados con trampas y 40 millones son criados en granjas para un lujo innecesario.
España es el país europeo donde más prendas de piel hay, seguido de Grecia e Italia. Para colmo son los países más cálidos de Europa y los más atrasados en muchos aspectos, de ahí que se utilicen las pieles como símbolo de ostentación, de lujo. Son muchas las mujeres que en nuestro país se adornan con prendas de este tipo, la mayoría de ellas no saben lo que hay detrás ni lo que hubo debajo de ese abrigo, otras se excusan diciendo que su abrigo procede de criaderos especiales con certificados y que no atentan contra la fauna silvestre o en peligro de extinción.
Pero no debemos engañarnos, los animales de granja también sufren, sufren igual que los silvestres o que cualquier otro tipo de ser vivo. De hecho, el mundo de las granjas-criadero de este tipo de animales desata muchas reflexiones de índole moral, pues nos hace pensar en seres vivos criados y asesinados por motivos meramente estéticos. Los animales criados intensivamente en granjas son sometidos a un trato inmoral, aberrante y doloroso por el mero hecho de ser bellos. Visones, zorros, martas, chinchillas y demás animales con pelajes destinados al lujo son criados en habitáculos reducidísimos, cuando naturalmente han gozado de un hábitat natural grande donde se movían en total libertad. Por poner un ejemplo, el zorro, cuyo hábitat natural comprende kilómetros de vida en libertad, es mantenido en jaulas donde apenas puede moverse y en las que es sometido a tales condiciones de estrés y pánico que se automutila y enloquece.
España es el país europeo donde más prendas de piel hay, seguido de Grecia e Italia. Para colmo son los países más cálidos de Europa y los más atrasados en muchos aspectos, de ahí que se utilicen las pieles como símbolo de ostentación, de lujo. Son muchas las mujeres que en nuestro país se adornan con prendas de este tipo, la mayoría de ellas no saben lo que hay detrás ni lo que hubo debajo de ese abrigo, otras se excusan diciendo que su abrigo procede de criaderos especiales con certificados y que no atentan contra la fauna silvestre o en peligro de extinción.
Pero no debemos engañarnos, los animales de granja también sufren, sufren igual que los silvestres o que cualquier otro tipo de ser vivo. De hecho, el mundo de las granjas-criadero de este tipo de animales desata muchas reflexiones de índole moral, pues nos hace pensar en seres vivos criados y asesinados por motivos meramente estéticos. Los animales criados intensivamente en granjas son sometidos a un trato inmoral, aberrante y doloroso por el mero hecho de ser bellos. Visones, zorros, martas, chinchillas y demás animales con pelajes destinados al lujo son criados en habitáculos reducidísimos, cuando naturalmente han gozado de un hábitat natural grande donde se movían en total libertad. Por poner un ejemplo, el zorro, cuyo hábitat natural comprende kilómetros de vida en libertad, es mantenido en jaulas donde apenas puede moverse y en las que es sometido a tales condiciones de estrés y pánico que se automutila y enloquece.
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